Fracasa Consulta Popular
Encabezan AMLO y la 4T ridículo episodio electoral que nos costó 500 mdp
La consulta popular realizada este primero de agosto, misma que el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), encabezado de facto por Andrés Manuel López Obrador, promovió de manera activa para supuestamente “enjuiciar a ex presidentes” por actos de corrupción, fue un fracaso total y rotundo.
De acuerdo con datos dados a conocer por el Instituto Nacional Electoral, el conteo rápido arrojó que el porcentaje de participación osciló entre el 7.07 y el 7.74 por ciento. Para que la consulta tuviera efecto vinculante, se necesitaba una participación del 40 por ciento de la lista nominal, y no se logró ni la cuarta parte de esa meta.
Cabe recordar que, de acuerdo con la definición del INE, la Consulta Popular “es un mecanismo directo de participación en el que la ciudadanía aprueba o rechaza una o varias propuestas planteadas con anterioridad sobre temas de interés público”.
La “Consulta Popular”, pretendía que la ciudadanía mostrara su aprobación o rechazo hacia cuestiones muy concretas. En este caso, la pregunta que apareció en las boletas fue la siguiente:
¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?
La papeleta contenía una breve descripción del tema, la pregunta –previamente aprobada en la convocatoria emitida por el Congreso de la Unión- y los cuadros para votar “Sí” o “No”, la entidad, distrito y municipio o alcaldía donde se emite el voto, así como las firmas del Presidente del Consejo General del INE y de su Secretario Ejecutivo.
El requisito para participar en la votación, realizada este domingo primero de agosto, era, únicamente, tener credencial para votar con fotografía vigente y no estar suspendido/a en sus derechos políticos.
Sin embargo, las casillas para esta consulta, contrario a lo que sucede en elecciones ordinarias, lucieron en todos los puntos del país prácticamente desoladas.
Varios memes circularon en internet haciendo mofa del tema, e inclusive se viralizó una foto panorámica, tomada en el puerto de Acapulco, que en su lado izquierdo tenía una casilla para la consulta, totalmente vacía, y en la derecha, una fila donde se aglutinaban docenas de personas para comprar el tradicional “Relleno de puerco”, haciéndose referencia a que el pueblo de México… tenía efectivamente otras prioridades.
Como chiste, como anécdota, el tema funcionaría muy bien, de no ser porque este ejercicio, saturado de simulación, costó aproximadamente 528 millones de pesos, como informaron previamente los consejeros del INE, Carla Humphrey Jordan y Uuc-kib Espadas Ancona.
El costo contempla desde el desarrollo, cómputo de las boletas y los resultados de la consulta ciudadana.
Cabe recordar que el INE solicitó originalmente un presupuesto por 1,499 millones de pesos, que se fue ajustando por intervención del propio gobierno de AMLO y de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, por lo que finalmente se instalaron a lo largo del país 57 mil casillas con un presupuesto de 500 millones de pesos.
Los recursos económicos con los que se realizó la consulta ciudadana se obtuvieron del presupuesto destinado al INE para este año 2021, originariamente destinados a otras tareas.
Este ejercicio de la consulta ciudadana fue severamente cuestionado por diversos sectores de la población, quienes criticaron su realización en medio de la tercera ola de Covid-19, que ha dejado miles de contagiados y un gran número de defunciones.
De acuerdo con los mismos datos proporcionados por el INE, entre el 89.36 y el 96.28 por ciento de los votantes eligieron la respuesta “Sí”, dejando entre ver con ello que aprueban la investigación de crímenes cometidos por los titulares del Ejecutivo en los sexenios pasados. Entre un 1.38 y un 1.58 por ciento de los votantes dijeron que “No”.
También destacó una gran cantidad de votos nulos, que se ubica entre el 2.19 y el 9.21 por ciento. Es preciso mencionar que, a través de las redes sociales, se dejaron ver múltiples fotografías con leyendas como “La Ley no se consulta, se aplica”, “La ley no se pregunta, se hace valer”, “¿Y los medicamentos para cuándo?”, “Me decepcionas AMLO, sólo haz valer la constitución”, entre otras quejas en contra de la figura presidencial externadas por los participantes, que cabrían dentro de esta nulidad.
Dado que no se alcanzó el mínimo de la votación, la consulta no será vinculante, es decir que no se llevarán a cabo las acciones legales encaminadas al enjuiciamiento de políticos. En palabras más sencillas: La consulta popular, en la que se gastaron 500 millones de pesos, no sirvió para nada.
Una simulación destinada al fracaso
Desde su génesis, la Consulta Popular promovida por Andrés Manuel López Obrador y por el Movimiento Regeneración Nacional estaba llena de mentiras y simulación.
La idea primigenia del presidente era consultar sobre el enjuiciamiento directo de sus predecesores inmediatos: Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, por sus actos de corrupción.
Sin embargo, la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos establece leyes para todos, en favor o en contra, no para unos cuantos, por lo que un ejercicio democrático de esta envergadura no podía realizarse, pues se trataba de un obvio linchamiento político, y así lo determinó la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), al evaluar la legalidad de la pregunta.
El máximo tribunal determinó que era inconstitucional incluir a personas en concreto en una consulta popular, por lo que se reformuló la pregunta de la consulta popular, hasta quedar en la pregunta que anteriormente ya citamos: “¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”.
Fuera del hecho de que no se logró la participación mínima, aún cuando se hubiese logrado esa participación, en realidad la pregunta es tan ambigua, tan poco concreta, que resultaba imposible que hubiera desembocado en la realidad en un verdadero juicio contra los ex presidentes de la república.
“Las decisiones políticas tomadas años atrás”, es un concepto que abarca tantas variantes que, irónicamente, podría llegar a afectar al mismo Andrés Manuel López Obrador, u otros gobernantes o ex gobernantes de Morena, o cientos de funcionarios del actual gobierno que, en su momento, pertenecieron a los gabinetes de los gobiernos a los que se buscaba “enjuiciar”.
Además, resulta ridículo hacer una consulta de ese tipo, en un país donde el 92% de los delitos permanecen impunes, de acuerdo con el Índice Global de Impunidad 2020.
AMLO culpa al INE
En su ya tradicional “Mañanera” de este lunes 2 de agosto, transmitida en esta ocasión desde Puerto Vallarta, el presidente Andrés Manuel López Obrador se dijo “satisfecho” con los resultados de la Consulta Popular y culpó al INE de la baja participación, asegurando que es por eso que no se logró que este ejercicio “democrático” fuera vinculante.
AMLO se refirió a la Consulta como un hecho “realmente trascendente” y lo calificó como “el inicio formal de un proceso de participación ciudadana en el marco de la democracia participativa”.
Al referirse al INE, organismo dirigido por Lorenzo Córdova Vianello, con quien ya ha intercambiado declaraciones, y ha conjurado enemistad, aseguró que dicho instituto organizó una votación “Sin entusiasmo”.
Recordando las declaraciones de Córdova Vianello, quien acusó un bajo presupuesto para un ejercicio de este tipo, López Obrador arguyó: “No es un asunto de presupuesto, es un asunto de voluntad. Cuando se quiere se puede. Ellos no tenían entusiasmo por esta consulta y no han tenido entusiasmo por la democracia, fingen ser demócratas”.
“Se pudo haber extendido el número de urnas, de casillas por todo el país. No es un asunto de dinero. Se pudo haber pedido la colaboración de gobiernos estatales, municipales, del pueblo... pero no, ni se hablaba del tema”, aseveró el mandatario, quien también atacó a los medios de comunicación, asegurando que no hubo difusión adecuada para la consulta, pese a que fue el tema principal, durante la última semana, en todos los periódicos y noticieros del país.
“Amenazan” con nueva consulta: la de revocación de mandato
Durante la conferencia mañanera, Andrés Manuel López Obrador dio a conocer que ya prepara, junto a sus huestes morenistas, la siguiente consulta popular, donde el tema será la revocación de mandato:
“En marzo del año próximo, dentro de ocho meses, viene otra consulta, y van a participar muchos más ciudadanos porque se le va a preguntar a la gente si quieren que continúe el presidente o que renuncie, lo que se conoce como revocación del mandato porque el pueblo, insisto, es el soberano, es el que pone, es el que quita, es el que manda”, declaró a los medios.
Sin embargo, es precisos recordar que, para que proceda la consulta popular, respecto a la declaración de mandato, se tendría que cumplir con muchos más requisitos, de los que se necesitaron para esta consulta, entre ellos, la solicitud ciudadana de la misma, que debe incluir al menos la firma de un 3 por ciento de los ciudadanos incluidos en la lista nominal ante el INE. Es decir, de los más de 93 millones de personas que hay en esa lista, al menos 2 millones deberán firmar dicha solicitud. Al menos 17, de las 32 entidades federativas, deben cumplir con ese mínimo del 3 por ciento.
La revocación de mandato se podrá pedir durante los tres meses siguientes al término del tercer año del Gobierno del presidente que, en este caso, sería de diciembre de 2021 a febrero de 2022. Este recurso solo podrá ser pedido en una ocasión y los ciudadanos que busquen activar el recurso podrán hacer la recopilación de firmas durante el mes previo a la fecha prevista en el dictamen. Es decir, no tendrán que esperar a que sea diciembre de 2021 para buscar las casi 3 millones de firmas.
El proceso será organizado en su totalidad por el Instituto Nacional Electoral y al igual que en la consulta del pasado domingo, se necesita como mínimo el 40 por ciento de la participación del padrón electoral.
Como podrá observar, querido lector, se trata de un ejercicio democrático que, nuevamente, significará una inversión de recursos importante y que, nuevamente, mantendrá ocupados a los medios, distrayéndolos de los temas de verdad importantes.
Se trata de un ejercicio que, nuevamente, estará destinado al fracaso.
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