El voyerista
Por Alfredo Guzmán
* ¿La familia es primero?
Dura debe ser la realidad, cuando nos alcanza y nos rebota en la cara, luego de que nuestra principal bandera, luchar contra la corrupción y establecer que somos diferentes, pero no lo podemos demostrar, ni cambiar.
Duro cuando “nuestros enemigos” no sólo exhiben nuestras miserias humanas y de qué estamos hechos, sino que nos ponen en ridículo.
Pero claro, somos Juaristas, “a mis amigos justicia y gracia a mis enemigos la ley a secas”.
Y a la familia, no se le toca. Aunque sea corrupta, aunque nos descubran que dentro de nuestras entrañas, somos iguales o peores, de lo que decimos luchar.
Ondear la bandera contra la corrupción, gana adeptos, porque presenta de uno, un elemento que pocos realizan, ya que aunque el ex presidente de México, José López Portillo, tuviera como lema de campaña “La solución somos todos” y que al final de su sexenio, al no poder ratificar la defensa del peso y ni como perro, que presumía haría su defensa, terminó la sociedad con un lapidario esquema como medalla, que nunca se pudo quitar, “La corrupción somos todos”, a quien hasta su apellido cambiaron, por López Por pillo.
Luego de 7 sexenios, 5 priistas y dos panistas, llega el paladín de la justicia, Andrés Manuel López Obrador (Amlo), ondeando la misma bandera que lo hizo crecer hasta recibir 30 millones de votos en el 2018 y que en el pasado proceso electoral, perdió más de la mitad.
Pero la bandera que porta, ahora ya está raída, rota, deshilada, quemada.
Y en descargo de que la familia de López Obrador, es corrupta, lo niego, y aseguro que el corrupto es él, porque todas las “aportaciones” eran para el movimiento, para la gasolina, dijera el incorruptible.
Si se publicaran los otros vídeos, desde que acudió a Palacio Nacional a recibir millones de pesos, para que dejara de bloquear pozos petroleros y abandera ciudadanos que laboraban en la basura de su natal Tabasco. O por desalojar la avenida Reforma. ¿O abandonar a seguidores en el zócalo de Chilpancingo, que no es lo mismo, pero es igual?
¿Y habrá quien tenga duda cuando René Bejarano, acude a recibir maletines de dinero y hasta las ligas se roba, para la campaña del jefe Andrés Manuel?
Y desgastada la imagen del prócer, nos acercamos al estado de Guerrero. En Guerrero, Amlo recibió más de un millón de votos en 2018, en la reciente votación, sólo recibió la mitad. Claro en la pasada elección ya no participó él, pero sí sus candidatos y sus errores.
Y considerando que el proceso sigue su curso legal, por las demandas de anulación del proceso, quienes han recibido la constancia de haber alcanzado mayor votación, han iniciado a repartir los huesos.
La familia es primero, por ello la candidata con mayor votación, Evelyn Salgado Pineda ya dijo que el primer hueso será para Liz Adriana Salgado Pineda, su hermana, como presidenta del DIF, que es la dependencia encargada de la atención a la familia y la niñez de Guerrero.
Es decir, no somos iguales, somos diferentes, pero hacemos y repetimos lo mismo.
El nepotismo y las mismas acciones en detrimento de una imagen, que sigue estableciendo que los únicos puros y santos, son sus seguidores, porque son aguantadores.
Y los contrarios, que ganaron la mitad de las presidencias municipales y los distritos electorales locales, son corruptos, porque ganaron comprando conciencias.
Y de los guerrerenses, qué decir. ¿Habrán ganado?
Hay que esperar a la determinación de los órganos electorales, pero ya el que se siente gobernador formal ha establecido que el próximo gobierno en Guerrero, será el mejor en la historia Patria.
Seguir dividiendo, establecer que los que no votaron por ellos, son corruptos. Sólo genera molestia.
Y me remito a la historia, Baltazar R. Leyva Mancilla, Raymundo Abarca Alarcón, Rubén Figueroa Figueroa, Alejandro Cervantes Delgado, José Francisco Ruiz Massieu, René Juárez Cisneros, Zeferino Torreblanca Galindo, 3 de Chilpancingo, 3 de Acapulco y uno de la zona norte de Guerrero, son los únicos gobernadores que han terminado completo su periodo constitucional.
De más de 50 gobernantes, en donde algunos sólo duraron algunos meses.
La principal preocupación en este momento para el actual gobernador Héctor Astudillo Flores, es terminar su periodo, y no andar dando recomendaciones o consejos. Si lo logra será el 8º gobernador constitucional en terminar.
Sobre todo, luego de haber encontrado la casa tirada. Y haber logrado lo que hoy tenemos: Orden y paz, que muchos se afanaron en reclamar y se quedaron con las ganas de que no lo lograra.
Yo deseo suerte al o a la nueva gobernante, pero si empezamos a pelear por minucias, no hay altura de miras y repite los mismos errores, será un o una gobernante, que puede no ser el o la mejor. ¿La solución somos todos y todas? ¿O sólo la familia, aunque sea corrupta?
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